La disfunción eréctil (a menudo conocida como impotencia masculina) es la incapacidad de los hombres para alcanzar y/o mantener suficientemente una erección para poder mantener relaciones sexuales satisfactorias.  

Aunque muy a menudo es una enfermedad que provoca a los hombres una baja autoestima, inseguridad y ansiedad (reacciones que dificultan todavía más la erección), ¡es esencial saber que tiene solución! A continuación os resolveremos las dudas acerca de las causas de esta disfunción y cómo podemos tratarla correctamente. 

Las causas de la disfunción eréctil:
Existen varios factores que pueden dificultar la erección, siendo los más comunes los que os dejamos a continuación:

  • Colesterol elevado: dado que las paredes de los vasos sanguíneos se obstruyen, esto hace que la sangre que circula por los cuerpos cavernosos no entre con facilidad, y por eso la erección no se produce.
  • Hipertensión arterial: Esta enfermedad genera un estrechamiento de los vasos, es decir, que al igual que con mucho colesterol, la sangre deja de fluir libremente y eso hace que en los cuerpos cavernosos no llegue la cantidad suficiente para que se produzca la erección.  
  • Diabetes: los hombres que padecen diabetes pueden presentar también esta disfunción sexual, ya que las paredes de las arterias se endurecen y por lo tanto no se dilatan lo suficiente para dejar a la sangre fluir libremente.
  • Impedimentos psicológicos: Algunos hombres se corroen de pensamientos como el estrés, el nerviosismo, el miedo a fracasar o la ansiedad. 
  • Algunos fármacos: Hay veces que los efectos secundarios de ciertos medicamentos pueden provocar esta disfunción eréctil. Es por eso que es muy importante consultarlo siempre con el médico, intentando no automedicarnos. 
  • Consumo de drogas: El consumo de drogas, como el tabaco o el alcohol, actúa sobre el sistema nervioso, afectando directamente a la respuesta hormonal a los estímulos. Además, la nicotina actúa negativamente sobre nuestro cuerpo, siendo una vasoconstrictora de los vasos sanguíneos.

Todo problema tiene una solución: 

Cuando aparece esta disfunción sexual, es importante consultarlo con el médico lo antes posible. De esta forma, podremos tratar rápido el problema y saber, además, si sufrimos de otra pequeña enfermedad que pueda alterar nuestros vasos sanguíneos. 

En cuanto al tratamiento, este dependerá de la causa que genere la disfunción. De todos modos, existen maneras de prevenir y combatir la disfunción eréctil, dejando a parte un buen tratamiento por parte de los profesionales sanitarios:

  • Hacer ejercicio físico: Mantener la circulación sanguínea mediante un hábito saludable de deporte nos ayudará a activar y a regular la testosterona. 
  • Mantener la actividad sexual: Tener una actividad sexual activa hará que se prolongue el mecanismo de la erección y se disminuyan, también, las inseguridades.
  • Tener una buena alimentación: las dietas sanas previenen la acumulación de colesterol o de otros efectos que impidan la circulación normal de la sangre. Alimentos como la fruta y la verdura son muy importantes para cuidar nuestro sistema cardiovascular. 
  • Cuidar la salud del sueño: alejarnos del estrés y de la inestabilidad de las horas de sueño es esencial para que nuestro sistema nervioso funcione correctamente. 
  • No automedicarse: como ya hemos dicho, es importante contactar con un profesional para que nos guíe y nos haga un tratamiento específico. 

No te desesperes si crees que tienes disfunción eréctil, con un correcto diagnóstico y tratamiento seguro que se puede mejorar la situación, no dudes en preguntar a tu médico o farmacéutico.