¿Has oído hablar de la copa menstrual, pero aún tienes dudas de si usarla? ¡En el post de este mes queremos resolver todas vuestras dudas sobre ella!  

¿Qué es la copa menstrual? 

Siendo una alternativa a las compresas y a los tampones, la copa menstrual se coloca en la vagina para recoger el flujo menstrual. Esta copa puede ser de silicona, de látex o de plástico quirúrgico, materiales no perjudiciales para la salud y que pueden ser utilizados cada mes. 

¿Por qué utilizar la copa? 

  • Puede ser reutilizada cada mes sin necesidad de cambiarla ni tirarla, contribuyendo no solo a una mejora del medio ambiente, sino también al nivel económico para la persona que lo utilice.
  • Puede llegar a durar 10 años, lo que conlleva un ahorro de 10 años en otros productos de higiene íntima. 
  • Evita irritaciones. Al contrario de los tampones y compresas, las copas vaginales son hipoalergénicas, ya que no contienen productos químicos, plásticos, productos agresivos ni blanqueadores que pueden ser dañinos para el organismo. Esto evita problemas como irritación, sequedad vaginal, alergias o infecciones como la candidiasis.
  • Es muy cómoda, no solo por su facilidad de uso, sino porque puedes llevarla puesta hasta 12 horas sin interrupción.

¿Cómo se pone la copa? 

La copa debe insertarse doblada dentro de la vagina. Una vez dentro, ella por sí sola volverá a su forma natural, adaptándose en todo momento a la anatomía de cada una. Si las primeras veces te cuesta, ¡no te desesperes, es cuestión de práctica! Poco a poco, tú misma encontrarás la manera de que se adapte mejor a tu cuerpo. 

¿Cómo mantener adecuadamente la copa menstrual? 

Para preservar el mantenimiento de la copa, es importante hervirla antes y después de pasar el periodo menstrual. Aparte de asegurarnos de que la mantenemos en buen estado, cuidamos nuestra salud vaginal alejándonos de los microbios y de la suciedad. 

Así que, si te animas a mejorar y contribuir en el medio ambiente, ¡una buena opción es empezar cada mes utilizando una copa menstrual! 🙂