¿Eres de las personas que solo se pone protector solar facial en verano? En este caso, ¡es hora de que empieces a hacerlo durante todo el año! A pesar de que durante estos meses de primavera y comienzo de verano la radiación solar es más intensa, la piel de la cara también sufre la exposición solar en los meses de otoño e invierno. Por tanto, la clave del éxito para lucir una piel sana y muy hidratada es aplicar protección solar facial como rutina diaria. Sí, lo has entendido bien, ¡cada día! 

Así pues, te damos algunas razones por la cuales es importante aplicarse crema solar facial cada día: 

  1. Cuida la parte más visible del cuerpo. La cara es la parte más visible y expuesta de nuestro cuerpo. Por lo tanto, nos fijamos mucho en su apariencia, puesto que es un gran indicador de nuestro estado de salud. 
  1. La más expuesta a agentes externos. El rostro es muy propenso a sufrir agresiones de agentes externos porque, como hemos dicho, es la parte del cuerpo que siempre está a cuerpo descubierto. 
  1. La piel de la cara es muy fina. A diferencia de las otras partes del cuerpo, la cara es la zona del cuerpo donde la piel es más fina y, por lo tanto, es mucho más frágil y vulnerable a la radiación solar. 
  1. Siempre expuesta directamente a los rayos UV y al sol. Cómo puedes prever, es muy importante utilizar protector solar facial cada día, dado que la piel de la cara está continuamente expuesta al sol y a los rayos UV de forma directa.

Además, debes saber que si te proteges bien del sol y aprendes a exponerte de forma controlada, durante periodos cortos y en momentos de radiación baja, te beneficiarás de todos sus efectos positivos: 

  • Estimula la vitamina D: nuestro cuerpo necesita esta vitamina para fijar el calcio en los huesos, previniendo la osteoporosis y el raquitismo. 
  • Mejora los síntomas de ciertas enfermedades: el sol reduce la sintomatología de algunas patologías de la piel como la psoriasis o el acné. 
  • Produce vasodilatación: aparte de reducir la presión arterial, exponerse de manera moderada al sol favorece la circulación sanguínea periférica. 
  • Estimula la producción de melanina: es el pigmento que broncea la piel y nos ayuda a protegernos de las radiaciones UV. 
  • Beneficia el estado de ánimo: la luz del sol nos relaja y nos aleja de los síntomas de estrés o de ansiedad. 

Hay que recordar que si nos exponemos de manera excesiva al sol podemos sufrir consecuencias negativas. Tal como hemos visto, es esencial que nos protejamos de los rayos nocivos de la luz solar, puesto que son los culpables de las quemaduras de sol y del envejecimiento de la piel. Ya lo sabes, no te protejas solo en los meses de verano. ¡Cuida tu piel durante todo el año!