El universo de la dermocosmética está viviendo una transformación sin precedentes, buscamos cosméticos con ingredientes efectivos pero que respeten la piel y el planeta. Atrás quedaron los días de usar a diario toallitas desmaquillantes, ya que, además de ser agresivas para la piel, tienen un impacto en el medio ambiente.

Actualmente, la cosmética coreana se ha convertido en un referente al que imitar, por eso su método de la doble limpieza ha llegado para convertirse en uno de los A-B-C de la cosmética actual. Y es que, además de ser un ritual de autocuidado placentero, los expertos en dermocosmética la avalan con argumentos científicos que aseguran mejores resultados.

¿Por qué es importante?

La doble limpieza significa, obviamente, limpiar la piel en dos pasos y, además de quitar el maquillaje, está pensada para eliminar residuos, restos de sudor e incluso contaminación. Este paso hará que la piel esté preparada para absorber las propiedades de los productos que apliquemos a continuación. De nada sirve que nos gastemos un dineral en productos antiedad o tratamientos específicos para nuestro tipo de piel si no limpiamos bien la piel antes. A la larga, la piel se nota más suave, sin tirantez y disminuyen los puntos negros, granitos, rojeces, siendo un método ideal para todo tipo de pieles. Incluso para pieles grasas, ya que, no solo retiramos la suciedad, también el exceso de sebo.

 

 

¿Cuáles son los dos pasos de la doble limpieza?

La primera limpieza se realiza con un limpiador de base oleosa, que puede ser en formato aceite o bálsamo. La segunda, con un limpiador de base jabonosa como puede ser un gel, un jabón o un agua micelar. El primer paso acaba con los restos de maquillaje, protector solar, polución, exceso de sebo… y en definitiva, toda la suciedad que es soluble en grasas. 

El segundo paso, elimina los restos del primero y la suciedad soluble en agua, como el sudor. Mimamos nuestra piel y reducimos residuos.

Ambos pasos se realizan haciendo un suave masaje seguido de un aclarado con agua tibia o con una muselina reutilizable de algodón, de este modo, con la doble limpieza, también reducimos residuos y nos olvidamos de las toallitas desmaquillantes, discos de algodón u otros residuos.